20 noviembre, 2012

Delhi (part 1). 15 Nov

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Templo del Loto, o Baha´i House of Workship.
Sorprendentemente Delhi me pareció una ciudad bastante tranquila, acostumbrado a las estrechas calles de Haridwar. Hay metro y eso lo facilita todo.
Según los comentarios que había escuchado, Delhi era el sitio donde me iban a robar, secuestrar y cortar en pedacitos, o al menos esa era la idea de los otros viajeros.
Hay que reconocer que las primeras impresiones cuentan, y nada más llegar coincidí con
españoles, como no podía ser menos, y ayuda a sentirte bien el intercambio de opiniones.   
 Puerta de India

 Tumba de Humayun



Delhi es inmensa, muchas zonas verdes, y grandes avenidas. La zona del parlamento se parece a la zona de la casa blanca de la capital de EEUU. Pude conseguir un tuktuk por 50 rupias, me llevá a la puerta de la India, casa de Indira Gandhi, al Museo de Gandhí, la mezquita, etc. Y por supuesto dos tiendas, donde me pedían por un traje indio para bodas, 6600 rupias, luego vi que cuestan 2000 o 2500 rupias. El sitio se llamaba Delhi Haar, curiosamente era la versión mala del verdadero Delhi Haar al que me llevó Kaustav, lleno de sitios para comer comida de toda india, y de tiendas de artesanía.

 Qutb Minar

Lo mejor de Delhi es su mezcla de musulmanes e hindúes. Al principio me costó diferenciarlos, solo por las fotos de dioses hindúes en las casas o en los srisaws. Luego, tras varios encontronazos con musulmanes, como que un niño me dijo tras ensañar un segundo su cara de desprecio: Chelo, chelo, porque no me dejaba que hiciera una foto a su puesto de pollo. Chelo es como largo, largo, un pu... crio de mie... diciéndome eso a mi? Cagon tó lo que se menea... Pensé que era mal educado, pero luego recibí contestaciones parecidas en toda la zona cercana a la mezquita, me intentaron engañar diciéndome que era obligatoria dejar los zapatos, o llevar algo en la cabeza... creo que hice el master en Marruecos, pero aún así pasar de la paz y alegría de la gente hindú a esto otro, bufff, es muy duro. Alguien que viene de fuera puede contemplar la diferencia, y la fundamental es que hice la prueba, saludé a niños, mujeres y niñas con la mejor de mis sonrisas profident, y todos, absolutamente todos me miraron con cara de desprecio. Salí de la zona de la mezquita, hice lo mismo, y la respuesta de niños, mujeres, hombres, todos, fue la de devolverme la sonrisa con otra bien blanca. Ummm, curiosa conclusión, no?, se necesitan iconos humanos como dioses para imitarlos y tomar actitudes humanas, o mejor no tener mas que símbolos geométricos y no saber como tratar a las personas al no poder imitar los símbolos??? ni idea, una pregunta digna del mismísimo pitufo filosofo.

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